
Fondo Hemisférico para la Resiliencia y Sostenibilidad de la Agricultura de las Américas
-FoHRSA-
¿Qué es el FoHRSA?
El Fondo Hemisférico para la Resiliencia y Sostenibilidad Agrícola en las Américas es una iniciativa financiera y de cooperación pionera diseñada para fortalecer la resiliencia y sostenibilidad de la agricultura en las Américas.
En una época de creciente volatilidad climática, perturbaciones y emergencias, el FoHRSA moviliza recursos esenciales y financiamiento verde institucional para empoderar a los países, en particular a aquellos cuya capacidad económica es limitada, a fin de que se adapten y prosperen.
“Si no se adaptan, para 2050, en un escenario de transición lenta, las economías de ingresos bajos y medianos bajos corren el riesgo de perder el 12 % de su PIB debido a peligros físicos, como tormentas, inundaciones y olas de calor”. (S&P Global 2024)
Enfoque programático

En apoyo al crecimiento de los sectores de la bioeconomía, la atención se centra en el diseño de políticas y normativas que satisfagan las necesidades nacionales e internacionales y que, a la vez, fomenten el acceso a los mercados y la aplicación de prácticas sostenibles. Mediante el desarrollo de herramientas prácticas, la prestación de asistencia técnica directa y la mejora de la cooperación sur-sur y de las redes regionales de conocimiento, se posibilita el intercambio de mejores prácticas y lecciones aprendidas para una implementación eficaz de las políticas. Además, la ejecución de proyectos de inversión específicos para las bioempresas proporcionará recursos fundamentales para la innovación y la expansión, lo que sentará las bases de una bioeconomía resiliente e inclusiva.

Agricultura circular

Para coordinar los esfuerzos públicos y privados dirigidos a la lucha contra la degradación del suelo, un fenómeno que exige una acción urgente y concertada, resulta esencial establecer alianzas estratégicas para aplicar prácticas sostenibles, restaurar las zonas afectadas y promover la salud del suelo como base de la resiliencia y la productividad agrícolas.

Salud del suelo

En los países miembros del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) se deben desarrollar capacidades y promover alianzas estratégicas público-privadas para mejorar la gestión integrada y eficiente del uso del agua en la agricultura.

Sistemas eficientes en la utilización del agua

Se requiere impulsar la transformación sostenible de los sistemas alimentarios por medio de la integración de fuentes de energía renovables en todas las etapas de producción, procesamiento y distribución. A través de dicha transición se pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), disminuir los costos energéticos y mejorar la eficiencia hídrica, al mismo tiempo que se desarrolla la resiliencia frente a las fluctuaciones de precios y las interrupciones del suministro asociadas a los combustibles fósiles. La finalidad de la adopción de las energías renovables es crear un sistema alimentario que no solo garantice la seguridad alimentaria, sino también promueva el crecimiento económico, especialmente en las zonas rurales, y conserve los recursos naturales, esenciales para la sostenibilidad agrícola a largo plazo. A la larga, mediante este cambio, los sistemas alimentarios contribuirán significativamente a las soluciones sostenibles globales, al mismo tiempo que fomentará el desarrollo de comunidades más sanas y resilientes.
Transición al empleo de energías renovables en los sistemas alimentarios


Se debe impulsar la adopción generalizada de prácticas regenerativas, entre ellas, la labranza de conservación, los cultivos de cobertura, la agrosilvicultura y la diversidad de cultivos, a fin de capturar y almacenar el carbono en el suelo y la vegetación. Esta acción coordinada no solo reducirá el CO₂ atmosférico, sino también incrementará la salud del suelo y mejorará la resiliencia de los cultivos, la retención de agua y la biodiversidad. Por medio del aumento de las reservas de carbono en el suelo y la vegetación, la agricultura sirve como un sumidero de carbono, lo que compensa las emisiones de otros sectores y mejora la resiliencia ante los impactos de fenómenos meteorológicos. El objetivo es aprovechar el poder de la agricultura para reducir las emisiones de GEI y regenerar los ecosistemas para transformar el sector en un pilar central de la sostenibilidad mundial.
Secuestro de carbono


En los países miembros del IICA, es prioritario fortalecer la capacidad de anticipación, respuesta y recuperación ante eventos climáticos extremos, emergencias sanitarias y crisis económicas que impactan la agricultura y los medios de vida rurales. Esta línea de acción promueve la incorporación de la gestión integral del riesgo en las políticas agropecuarias, así como el diseño de soluciones técnicas, financieras y organizativas que reduzcan la vulnerabilidad de los sistemas agroalimentarios.
Se impulsa la elaboración de planes de contingencia, la provisión oportuna de insumos estratégicos, la adopción de prácticas agrícolas resilientes y el acceso a mecanismos de protección como seguros paramétricos, fondos de respuesta rápida y sistemas de alerta temprana. Además, se fomentan alianzas entre gobiernos, sector privado, comunidades rurales y organismos internacionales para asegurar una respuesta articulada que garantice la continuidad productiva y contribuya a la seguridad alimentaria en la región.
Gestión de desastres

Prioridades transversales
Mujeres y juventudes
Una sola salud




